08 junio 2011

Pentecostés

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Después de la resurrección de Jesús estuvo con sus apóstoles durante cuarenta días, después de esto subió al lado del Padre, pero Él había prometido que nos enviaría a la tercera persona de la Divina Trinidad.
Llegó el gran día, diez días después, en total 50 después de la resurrección; estando todos reunidos en el mismo lugar se escuchó un gran estruendo y pudieron ver como descendían unas como lenguas de fuego que se posaron en cada uno de los presentes, y en ese momento quedaron llenos del Espíritu Santo (Hech. 2, 2-4). Estaban temerosos, tenían miedo pero sólo hasta ese momento. Entonces fue cuando ellos dijeron “ya basta de tener miedo” y salieron a dar testimonio llenos de valor.
En Jerusalén había judíos de todos lados, que habían salido de Canaán hacia otros países,  y todos ellos oían a los apóstoles hablar en el idioma del país del que venían.
En ese momento fue cuando la Iglesia se formó completamente. El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia el pegamento que la une y la fuerza que la sostiene (CIC. 813) y sin Él, la Iglesia no podría existir a pesar de haber sido fundada por Cristo. Es por el Espíritu Santo que aún con todos los ataques en contra de la Iglesia, esta no ah caído.
Conclusiones:
1.- México necesita un pentecostés que lo llene de valor para decir: “Ya basta de tener miedo”.
2.- La Iglesia jamás caerá porque aunque esta abandone al Espíritu Santo, Él jamás la abandonará a ella.
3.- Pentecostés es la renovación de la Iglesia, de cada uno de sus miembros.
4.- Si dejas que el Espíritu Santo te llene, te harás entender, no importa que normalmente los demás no te entiendan.

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